Fuente: Madrid Radio
Tal día como hoy en 1992 fallecía Lucrecia Pérez, primera víctima de racismo y xenofobia reconocida en España. El crimen sucedió en Aravaca y fue ejecutado por un guardia civil.
“No se nos va a olvidar nunca, pero tenemos que esforzarnos por convertir el odio en tolerancia”. Kenia Pérez, de 31 años, es la hija de Lucrecia Pérez. Tenía sólo seis cuando su madre fue asesinada a tiros por unos encapuchados el 13 de noviembre de 1992. El de Lucrecia, una mujer dominicana que había venido a España para que Kenia pudiera estudiar, fue el primer asesinato xenófobo reconocido en España.
Luis Merino Pérez, guardia civil de 25 años, efectuó los disparos a las 21 horas que acabaron con la vida de Lucrecia. Le acompañaban los menores Felipe Carlos Martín, Víctor Julián Flores y Javier Quílez, de 16 años. Se trató de una ‘cacería de inmigrantes’ organizada por un grupo de extrema derecha en las indemdiaciones de la antigua discoteca Four Roses, en Aravaca, donde se refugiaban personas migrantes.
Los asesinos dispararon indiscriminadamente contra los dominicanos que cenaban con la única luz de una vela. Después, huyeron en un coche que les esperaba mientras Lucrecia, de 33 años, yacía herida de muerte por dos balas, una de ella en el corazón; resultó también herido de gravedad Porfirio Elías, de nacionalidad dominicana.
Debido a sus connotaciones racistas, este asesinato provocó una conmoción y rechazo en la sociedad. Los cuatro implicados fueron condenados a penas que sumaron 126 años de cárcel, pero a día de hoy ya están en libertad.