¿Por qué es necesario un mes de la historia afro en España?

¿Por qué es necesario un mes de la historia afro en España?

Fuente: Afroféminas 

El 1 de febrero marca el comienzo del Mes de la Historia Negra en Estados Unidos (1976) y Canadá (1995). Cada año, en esos países reservan unas pocas semanas para centrar su retrospectiva histórica en las contribuciones que las personas de ascendencia africana han hecho a esos países.

El Mes de la Historia Negra comenzó en E.E.U.U. siendo la Semana de la Historia Negra en 1926. Se hacía la segunda semana de febrero porque coincidía con las fechas de nacimiento de Frederick Douglass y Abraham Lincoln. En 1976, el bicentenario de los Estados Unidos, el presidente estadounidense Gerald Ford amplió la semana a todo el mes de febrero.

Aunque a muchas les puede parecer algo muy norteamericano, este mes también se celebra de manera oficial en Reino Unido (1987) en Octubre, y hay iniciativas en Irlanda y Holanda, que nacen más desde la sociedad civil, aunque el poder político las ha acabado haciendo suyas. Las hermanas latinoamericanas, en Colombia, Panamá, Argentina, Uruguay, México o Costa Rica tienen sus propios eventos, que celebran sus propias identidades afrodescendientes en diferentes fechas y formatos, ganadas en los últimos años debido al poder de las organizaciones negras.

Se podría pensar que en España no tiene mucho sentido hacer una celebración de ese tipo ya que hay muy poca población que es afrodescendiente (no tenemos datos ciertos de ello, ya que no hay un censo étnico, pero podría estar en torno a dos millones de personas) o que ésta es prácticamente toda de origen migrante, lo cual indicaría que no hay nada en la historia española que pudiera ser semejante a Estados Unidos o Canadá. El propio hecho de que Irlanda celebre su propio mes de la historia negra desmiente ese argumento, pero la falta de información de nuestro pasado afro la hace totalmente necesaria.

Gran parte de la cultura negra está intrincada en la española de una manera que a veces es difícil de comprender por los propios ciudadanos de este país.Ha habido una intención manifiesta de borrar esa parte de nuestro acervo colectivo y este evento podría ayudar a recuperarlo y a hacerlo de una manera digna.

Hacer nuestro “Mes de la historia negra” permitiría investigar y poner en valor a los personajes afrodescendientes ocultos en una historia que nos ha enterrado en el olvido. Hacer una labor histórica es urgente para encontrar esas  referencias en el pasado de nuestra memoria y darles visibilidad. Existen y hay que mostrarlas. La historia de los negros a menudo se pierde en las brumas del tiempo. Si celebráramos esta historia, les daríamos a los ciudadanos de todas las razas la oportunidad de aprender sobre un pasado y una gente de la que pueden tener poca conciencia.

España ha decidido enterrar su pasado como uno de los principales responsables de la esclavitud a gran escala. Hacer esta celebración serviría para empezar a restañar heridas y poner en marcha un ejercicio de memoria histórica que nunca se ha planteado.

Por otro lado permitiría enseñar y mostrar a nuestra juventud la lucha por los derechos de la población afrodescendiente, que está íntimamente ligada al antirracismo. Hablar de Martin Luther King o Malcom X o Ángela Davis como creadores de conciencia de pueblo es tan oportuno como hablar de Carlomagno como un precursor del concepto de Europa o la Revolución Francesa como inicio del concepto de ciudadanía.

Con demasiada frecuencia sólo se destacan los aspectos más negativos de la cultura y las comunidades afrodescendientes. Escuchamos sobre las cifras de pobreza o las de abandono escolar. Estamos inundados de imágenes del África pobre y necesitada de asistencia lo que lleva a estereotipos y supuestos injustos.

Un “Mes de la historia negra” en nuestro colegios permitiría hablar de África y los africanos de una manera positiva, centrándose en los aportes que han hecho sus culturas a nuestro Mundo, y mostrando a nuestros jóvenes el innumerable elenco de personalidades que han hecho avances enormes para nuestra civilización, desde Ramsés II a Mandela.

Aprender sobre la historia sería positivo para todas las etnias y muy útil para la gran y diversa historia de este estado, el cual, todavía está aprendiendo a aceptarnos. El impacto que los afrodescendientes hemos tenido debe ser parte de nuestra conciencia colectiva.

La historia afrodescendiente nos pertenece a todos.

 

 

 

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