Fuente: LeMonde
“Es claro que no está en nuestros hábitos, pero es de esta manera que los países asiáticos lograron disminuir los casos por día”. El lunes 30 de marzo, el canciller conservador Sebastian Kurz justificó con estas palabras el porte obligatorio de tapabocas en los supermercados a partir del 1ero de abril y su probable uso obligatorio en el espacio público en los días que vienen. Esta decisión fue replicada en Eslovenia mientras que en República Checa y en Eslovaquia el porte de tapabocas en el espacio público es obligatorio desde hace varios días para luchar contra el coronavirus. En Bulgaria el uso de tapabocas también es aconsejado por el Gobierno pese a las recientes protestas por su decisión de imponer multas.
En toda Europa central, el porte de tapabocas está volviéndose normal. En Praga como en Bratislava los transeúntes salen de sus casas con la boca y la nariz cubiertas para evitar sanciones. “Es aburridor para todo el mundo, sobre todo cuando se debe llevar puesto ocho horas seguidas porque se trabaja en un supermercado. Pero la mayoría de los checos han acatado la norma como un gesto de responsabilidad” afirma David Kazda, de 20 años, empleado en una tienda en la capital checa. El lleva puesta una mascarilla FFP3 que su madre pudo conseguir al principio de la epidemia. “Comencé a utilizarla el 13 de marzo, al principio era casi la única, pero cuando se volvió obligatorio todo el mundo empezó a utilizar”, asegura Lenka Gren, que trabaja en una librería en Tabor, al sur de Praga, y fabricó su propio tapabocas en algodón.
Los países suman menos víctimas
Europa central parece convencida que ésta es la solución. “Señor Trump, intente vencer el virus como lo estamos haciendo los checos. Portar un simple tapabocas reduce la propagación del virus en un 80%” tuiteó el primer ministro checo Andrej Babis, el 29 de marzo.
Mr. President @realDonaldTrump, try tackling virus the Czech way. Wearing a simple cloth mask, decreases the spread of the virus by 80 %! Czech Republic has made it OBLIGATORY for its citizens to wear a mask in the public. Pls retweet. God bless America!https://t.co/BATFV8l3ob
— Andrej Babiš (@AndrejBabis) March 29, 2020
Andrej Babis, publicó una página que asegura que “oponerse al uso de tapabocas es completamente equivocado”. Para sostener su tesis, la página web presenta una infografía que busca demostrar que el porte de tapabocas ha permitido “aplanar la curva de infección” en países como Japón y Singapur, mientras que aquellos países que no tienen estas medidas se encuentran por encima. Sin embargo, esta curva es engañosa ya que incluye a China como países “sin tapabocas”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda en su página oficial, utilizar tapabocas “solo si atiende a alguien en quien sospeche la infección por el 2019-nCov”.
“Es difícil saber si esta medida funciona, pero creo si usted lo utiliza correctamente, desinfectándolo regularmente, podría ayudar, estima Lenka Gren. Como nuestro primer ministro y nuestro ministro de la salud dijeron que tocaba portarla todo el tiempo, hay gente que cree que hay que utilizarlo en su jardín”.
De facto, esos países cuentan hoy menos casos mortales y de infectados que en Francia, pero resulta difícil saber si es gracias a los tapabocas o las medidas de confinamientos que se tomaron de manera temprana, impidiendo la formación de focos de infección como lo vimos en Europa Occidental.
Fabricar tapabocas en tela
El porte de tapabocas se ha vuelto una política de Estado y ha generado numerosos gestos espontáneos de solidaridad. Para compensar la escasez, los gobiernos locales han hecho un llamado a la población para fabricar sus propios tapabocas. “Mi hermana trabaja en una farmacia y no tenía tapabocas, me enojé y empecé a tejer tapabocas en algodón con las herramientas de mi abuela”, cuenta Mariana Zelenakova, traductora oficial en el este de Eslovaquia, quien no sale de su casa sin su tapabocas azul en algodón.
Ella lo lava y lo restrega todas las noches. Desde entonces, ya ha cocido más de treinta para sus familiares y amigos cercanos de su vecina que trabaja en un centro de maternidad. “Ha sido muy útil el hecho que la mayoría de las familias checas cuentan todavía con máquinas de cocer en sus casas”, asevera Lenka Gren, quien ha lanzado una iniciativa ciudadana para la confección de tapabocas en tela para repartir al personal médico.
En Eslovaquia como en República Checa, el porte de tapabocas está siendo promovido por las instancias mas altas del Estado y se ha convertido en una cuestión de estética con colores y motivos variados. Las imágenes de la presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, portando un tapabocas púrpura que combina con su vestido durante el nombramiento del nuevo gobierno, el sábado 21 de marzo, han dado la vuelta a Europa.
Tapabocas en distribuidores automáticos eslovacos
Mientras tanto, Eslovaquia y República Checa lograron conseguir mascarillas en China gracias a las buenas relaciones de sus multimillonarios locales con Pekín. Tapabocas quirúrgicos sencillos se encuentran disponibles en distribuidores automáticos en Eslovaquia. En República Checa, la escasez sigue siendo una realidad en las farmacias. “La situación está mejor en los hospitales, pero la mayoría de gente de Tabor sale a la calle con tapabocas hechos en casa” asegura Lenka Gren.
Esta política por-tapabocas ha conducido a nuevas prácticas que generan polémica. El gobierno checo fue criticado por Italia por haber acaparado de manera misteriosa 100 000 tapabocas chinos que estaban destinados a la península. Frente a esta acusación, el ministro del interior checo dijo que los policías habían simplemente allanado un cargamento ilegal de un empresario chino que buscaba revenderlos a un precio prohibido. Praga envió, luego de estas aclaraciones 100 000 nuevos tapabocas a Roma.
Por: Jean Baptiste Chastand – Le Monde
Traducido por : Juan Santoyo