el l Viche/Biche llega desde el campo, cuando el hombre y la mujer se levantan a las 5 de la madrugada, él toma su traguito amargo y ella la toma seca; la mujer se va a Pianguar (meter las manos en el lodo con el barro hasta las rodillas en busca de la Piangua- Molusco de la cocina tradicional del pacifico), ellas también madrugan a lavar en el río o acompañan a sus maridos para limpiar la caña. El hombre se va para el monte en busca de la caña que se la echa al hombro, luego la sube a la canoa atravesando ríos correntosos, que en muchas oportunidades, se debe remar en contra de la corriente; luego de manera artesanal moler con el trapiche, y esperar que el guarapo esté listo después fermentar el jugo, en destiladeros artesanales. Moler la caña puede cortar las manos, soportar altas temperaturas y sentir que las manos se hinchan. Por eso Lucía insiste en dar valor a los campesinos que hacen parte fundamental del proceso del Viche/Biche, porque gracias a ellos la bebida llega a la ciudad.

Del Viche/Biche se saca “La Curada Amarga” los antiguo dioses la utilizaban para protegerse de algunas picaduras, “La Tomaseca roja” evita los cólicos menstruales, “El Pipilongo” sirve para la próstata, el “Vino de Naidí” tiene muchas vitaminas, “el Borojó”, “Arrechón”, “La Bebida Cremosa”, “Jabón de Borojó”, relajantes musculares entre muchos otros productos.