El horror de la esclavitud en el Museo del Oro

El horror de la esclavitud en el Museo del Oro

Fuente: El Espectador

Hasta el próximo 7 de abril de 2019, la exposición “A bordo de un navío esclavista La Marie- Séraphique”, que rememora la época en la que los africanos fueron esclavizados y traídos por los franceses a América, podrá ser visitada en el Museo del Oro.

Desde hace más de 40 años, Nantés, ciudad de Francia, trabaja para recuperar la memoria y el reconocimiento de su pasado esclavista. Con la primera exposición en 1992 sobre la trata se inició un trabajo de rescate de esos hechos, junto con la fundación del Museo de Historia en el Castillo de los duques de Bretaña. En 2017 y 2018, Francia y Colombia se unieron para recuperar los hechos que enlazan a las dos naciones, y una de las iniciativas que se programó fue esta exposición, en la que se exhiben las acuarelas que representan el buque esclavista La Marie-Séraphique, el cual deportó a 1.344 hombres, mujeres y niños africanos para la producción de azúcar en las plantaciones a América.

Las obras que llegaron hasta el Museo del Oro de Bogotá viajaron desde el Museo de Historia de Nantes en el Castillo de los duques de Bretaña, y se inspiraron en el viaje durante una campaña de trata esclavista en un buque nantés por la ruta triangular transatlántica, desde el puerto francés de Nantes en Europa hasta costa occidental de África, para luego llegar a la isla de Santo Domingo en América, y luego retornar.

Además de conocer las imágenes que narran aquel capítulo de la historia moderna, se conocen detalles en los que puede concluirse que el buque, ni la esclavitud, eran sucesos extraordinarios. La Marie-Séraphique era uno más y se convirtió en un símbolo gracias a las detalladas imágenes que realizaron los esclavistas.

Cuando las colonias europeas llegaron a América, sometieron a los indígenas al régimen de la encomienda, pero la rápida disminución de la población a finales del siglo XVI a causa de las guerras de la conquista, las epidemias, el trabajo forzado y la desarticulación de su organización social, económica, política y religiosa; condujo a los colonos a comprar africanos que se ocuparan del trabajo duro en las minas y el campo. La intensidad de las labores y los malos tratos de los esclavistas, hacían que tuviese que renovarse la población esclavizada con regularidad, ya que una persona sometida a estas rutinas rara vez duraba más de los 20 años.

En el código negro, “un reglamento para el gobierno y la administración de justicia y la policía de las islas francesas de América y para la disciplina de los negros y esclavos de dicho país”, se referían a los esclavos como seres de Dios, pero también como bienes muebles de los cuales se podía disponer al antojo de los amos.

Artículo XXXVIII de código negro:

“Al esclavo fugitivo que haya estado huyendo durante un mes desde el día en que su amo lo denunció a la policía, se le cortarán las orejas y se le marcará con una flor de lisen un hombro. Si comete la misma infracción por otro mes, contando nuevamente desde el día del denuncio, se le cortará el tendón de la corva y se le marcará con una flor de lis en el otro hombro. La tercera vez, será condenado a muerte”.

Con la exposición se espera que los asistentes conozcan mucho más de una de las realidades más duras y vergonzosas de la humanidad, y, sobre todo, que se apropien y recuerden un hecho del que fueron víctimas los padres de las comunidades afrodescendientes del país, para comenzar a darle valor a la herencia africana presente en Colombia.

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