Fuente: CVC
En Buenaventura el piangüeo o concheo se practica principalmente en las cuencas de los ríos Naya, Yurumanguí, Bahía Málaga, Bazán Bocana, Mayorquín, Punta Soldado y Cajambre. Es una actividad que tiene una gran importancia histórica, social, cultural y reivindicativa del rol social de la mujer rural negra del Pacifico colombiano. Se estima que más de 11 mil familias en el pacífico colombiano viven de esta actividad.
El Gobierno Nacional, Corporaciones Autónomas Regionales del Pacífico y la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP) están construyendo la hoja de ruta para la eventual inscripción de la “Actividad tradicional de recolección de la piangüa por mujeres del Pacífico: conocimientos, habilidades y prácticas” para que sea reconocida por la Unesco en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Con este propósito, la viceministra de Asuntos Multilaterales, Elizabeth Taylor Jay, y la viceministra de Patrimonios, Memorias y Gobernanza Cultural, Adriana Molano Arenas, lideraron una reunión de articulación con la Aunap y directores y representantes de las Corporaciones entre ellas la CVC.
En Buenaventura el piangüeo o concheo se practica en las cuencas de los ríos Naya, Yurumanguí y Cajambre. “El piangüeo está vinculado al ecosistema de manglar y permite la independencia alimentaria al suministrar proteína para las familias y producir ingresos económicos para cubrir necesidades básicas”, explica Marco Antonio Suárez, director general de la CVC.
“El piangüeo o concheo es realizado principalmente por mujeres y menores de edad dependiendo de las mareas y con periodos de descanso o “veda” concertados por las mismas mujeres y fortalecidos por la gestión ambiental de la CVC para construir acuerdos de conservación y manejo de los ecosistemas del manglar”, añade.
“Para muchas familias es el principal proveedor de sustento, con un gran porcentaje de mujeres cabezas de hogar que solo requieren unos elementos mínimos: entre una y cuatro mujeres se movilizan en embarcaciones pequeñas de madera conocidas como “potrillos” hasta los sitios de extracción o “raiceros”; con botas de caucho para evitar las heridas del “pejesapo”; pantalones sudadera y buzos de manga larga, pañoleta y gorra o sombrero, para evitar picaduras de insectos como “chitra” o “jején” que también alejan con el humo de “yesqueros” ollas viejas en los que queman estopa de coco. Además llevan canastos fabricados por ellas mismas con fibras de chocolatillo, tetera y llare donde se guardan las piangüas”, dice Suárez Gutiérrez.
El piangüeo, es una actividad que tiene una gran importancia histórica, social, cultural y reivindicativa del rol social de la mujer rural negra del Pacifico colombiano, ya que la trasmisión de sus saberes se hace de madre, abuela, tías o hermanas a las menores por tradición oral durante el acompañamiento que empiezan a hacer desde muy temprana edad a las salidas diarias de sus “mayoras”; el piangüeo es también un espacio de comunicación de lo femenino, donde las mujeres comparten saberes, tradiciones, enseñanzas y se negocian soluciones a conflictos. En el raicero se canta, se ríe, se dialoga, se comparte, se tejen silencios y se trasmite la tradición de estas mujeres.
Esta labor es apoyada por 12 asociaciones de piangüeras, la CVC, las universidades Nacional de Colombia, de los Andes e ICESI; la Aunap, Conservación Internacional Colombia, USAID, La Minga – Todos Juntos y las Juntas de Consejos Comunitarios de Comunidades Negras de Cajambre, Mayorquín, Bahía Málaga, Bazán Bocana y Punta Soldado.
El apoyo y seguimiento que la Corporación lleva a cabo con los grupos de piangüeras, a través de estrategias como negocios verdes y acuerdos por el cuidado del agua – ARA las ha fortalecido para que, de manera participativa, construyan propuestas propias de desarrollo teniendo en cuenta sus necesidades, características y expectativas.
La CVC ha apoyado también la participación en la celebración del Día Internacional para la Conservación del Manglar en el sector de La Plata, Bahía Málaga y la participación de 10 representantes de grupos de piangüeras en el Primer Encuentro de Mujeres Piangüeras del Pacifico colombiano realizado en NuquÍ, Choco.
Finalmente, la Viceministra Taylor, la Viceministra Molano, las Corporaciones Autónomas Regionales y la AUNAP, se comprometieron a establecer mecanismos de articulación con las asociaciones de piangüeras para trabajar colectivamente y elaborar el expediente de nominación para que la actividad sea reconocida como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.