La palabra “raza” ya no hace parte de la Constitución francesa.

La palabra “raza” ya no hace parte de la Constitución francesa.

La Asamblea Nacional Francesa decidió suprimir la palabra raza del Artículo 1 de la Constitución. Esta medida fue tomada unánimemente por los 119 diputados presentes en la sala, aunque representantes de la extrema derecha, pertenecientes al partido “Rassemblement National”, decidieron ausentarse durante la votación.

En el nuevo Artículo 1 de la Constitución francesa el país “asegura la igualdad frente a la ley de todos los ciudadanos sin distinción de sexo, de origen o de religión” en vez de “sin distinción de origen, de raza o de religión”, reconociendo así la existencia de una sola raza: la raza humana.

En la Constitución de 1946, con el fin de luchar contra el nazismo y sus tesis racistas, los diputados decidieron, a través de este Artículo 1, rechazar cualquier forma de “distinción según la raza”. Sin embargo, el hecho de que se prohibiera cualquier forma de discriminación racial era reconocer la existencia de razas, aunque  la ciencia haya demostrado a través del tiempo que solo existe una raza humana.

Por más de que este desconocimiento de la existencia de razas no haya adquirido un sentido jurídico sino hasta en 2018, el programa educativo francés ha venido rechazando la validez de la palabra “raza” desde hace varios años. En el curso de Educación Moral y Cívica dictado en tercero de bachillerato se afirma que el genoma humano tiene un 99,9% de similitud y que el color de piel solo está definido por el 0,01% de los genes, argumentos similares a los utilizados por los diputados en el debate.

Sin embargo, no se puede desconocer que, aunque existen fundamentos científicos para negar la existencia de razas, también existe el racismo como sentimiento primitivo y como un pretexto de dominación entre los hombres. El profesor de genética molecular, Douglas Wallace, afirma que “Desgraciadamente para la armonía social, el cerebro humano está exquisitamente sintonizado con las diferencias en los detalles del envoltorio, induciendo a las personas a exagerar la importancia de lo que se ha dado en llamar raza”.

En este sentido, una de las críticas que se han formulado en torno a esta modificación de la  Constitución es que, al haber suprimido la noción de raza se suprime en cierta forma la noción de racismo y la posibilidad de penalizarlo. Ferdinand Mélin-Soucramanien, profesor de derecho público de la Universidad de Burdeos dice que la Constitución hubiera debido anunciar: “Francia […] asegura la igualdad frente a la ley de todos los ciudadanos sin distinción fundada sobre el sexo, el origen, la religión o motivos racistas”, reconociendo así la existencia del racismo pero no de las razas.

Si bien la modificación del Artículo 1 constituye un paso importante para la noción de igualdad en Francia, este cambio no puede ser puramente simbólico y tiene que venir acompañado de acciones concretas en contra del racismo en un país en el que el partido de extrema derecha, Frente Nacional, cuenta con el 25% de los votantes y en donde ninguna de las minorías existentes consigue sobrepasar el 80% de aceptación.

Por último, el Artículo 13 de la Constitución colombiana establece que “todas las personas nacen libres e iguales ante la ley […] sin ninguna discriminación por motivos de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”. Es pertinente que se lleve a cabo un debate sobre la eliminación de la palabra “raza” de la Constitución, pero reconociendo la existencia del racismo y fortaleciendo la legislación existente para combatir esta noción.

Por: Juan David Soto