La novena edición de Slow Fish – El Mar: Un Bien Común, se llevó a cabo del 9 al 12 de mayo de 2019, el evento Slow Food estuvo dedicado a la pesca sostenible y fue organizado por la Región Liguria y varios socios, locales y nacionales.
El evento reunió a más de 100 delegados de 20 países de Europa, África, Asia y América Latina que mostraron los productos emblemáticos de su territorio en el mercado de Slow Fish, entre ellos se encontraban pescadores/as, académicos/as, cocineros/as, consumidores, artistas, biólogos/as, periodistas y ambientalistas que forman parte de la red internacional; este espacio consistió en recuperar la sabiduría tradicional de las comunidades pesqueras, las dietas de generaciones pasadas y los recursos tanto conocidos, como desconocidos que han estado resguardados por ríos, lagos y mares. Con este espíritu, Slow Fish lanza y colabora con iniciativas que promueven la pesca artesanal y las especies de peces desestimadas que inspiran a la reflexión sobre el estado y la gestión de los recursos del mar.
Este año, el evento se enfocó en compartir las buenas prácticas que se pueden implementar a nivel territorial para garantizar un sistema pesquero sostenible e inclusivo, mostrando a los asistentes cómo se puede actuar para promover la protección del mar, en este contexto, se combinaron espacios dedicados a la gastronomía costera, en los cuales los visitantes tuvieron la oportunidad de conocer y degustar productos y recetas de todo el mundo gracias a la participación de cocineros/as nacionales e internacionales. El evento también dio lugar al fortalecimiento y la creación de alianzas entre los diferentes actores de la cadena de valor del pescado.
Para abordar los aspectos críticos de la pesca artesanal alrededor del mundo, Slow Fish cuenta con varias iniciativas regionales. Una de éstas es el Proyecto Slow Fish Caribe: Fortaleciendo modelos de conservación y aprovechamiento sustentable en áreas protegidas en el Caribe vinculadas a Slow Food. Desde 2017 se está trabajando con el objetivo de promover el uso sostenible de los recursos marinos y costeros de los complejos, frágiles y biodiversos ecosistemas de arrecifes costero-caribeños, sometidos a una excesiva explotación. Además, se está trabajando en la creación de una red regional a nivel Caribe que incluya a comunidades de actores territoriales que estén involucrados directa e indirectamente en el sector pesquero.
Entre los platos cocinados se destacan:
- El ceviche Maya de recado negro, pescado crudo marinado servido con una mezcla de especias como orégano, ajo, clavo de olor, pimienta negra, canela, comino y naranja agria, del sabor ahumado y picoso.
- El pescado tikin xic, plato icónico hecho con una pasta de achiote y servido con tortillas y habanero.
Por otra parte, la Red Slow Fisch Caribe Colombia contó con la representación de Ana Isabel Martínez Márquez; antropóloga de la Universidad Nacional de Colombia (sede Caribe), experta en pesca y cultura raizal, participó activamente en los debates que se llevaron a cabo con los asistentes en pro de ayudar a las comunidades costeras a construir y articular una estrategia en torno a una visión sostenible de la pesca en oposición al discurso dominante de la «economía azul”.
Este espacio fue animado también por la participación de los socios del Proyecto Slow Fish Caribe, que se acercaron aún más a la red internacional y compartieron las buenas prácticas de pesca y captura promovidas en sus territorios con un enfoque principal en las actividades de manejo y aprovechamiento de especies invasoras (como el pez león y el pez diablo), la preservación y conservación de recursos marinos portadores de identidad territorial como el Cangrejo Negro de Providencia y la Langosta Espinosa de Banco Chinchorro (ambos baluartes Slow Food) y el desarrollo de una estrategia de turismo comunitario como actividad alternativa a la pesca.
Por parte de la Fundación Activos Culturales Afro (ACUA), que apoya a emprendimientos productivos de bienes culturales en comunidades afrodescendientes rurales en la Región del Pacífico y en la Región del Caribe en Colombia – participó su director David Soto y la Coordinadora de Seguimiento de Proyectos e Investigadora Juliana Mususú. Así mismo, participó Erick Castro, subdirector de la La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (CORALINA), autoridad pública que trabaja con el objetivo de integrar las comunidades raizales de las islas y sus prácticas de manejo tradicionales en los procesos de protección, conservación y uso sostenible de los recursos naturales renovables y el medio ambiente.
La participación de los socios de Slow Fish Caribe en este importante espacio permitió profundizar el trabajo para la construcción de una visión común que promueva y valorice las artes de pesca artesanal en la región, así como fomentar el uso sostenible de los recursos marinos y costeros y la gestión de áreas marinas protegidas. Los participantes redescubrieron la relevancia de formar parte de una red, compartir y poner en prática valores en común, independientemente de las regiones en las que se encuentren. En particular, surgió la importancia de trabajar para que los gobiernos (nacionales y locales) junto con las instituciones valoricen el rol del pescador y favorezcan la congestión de los recursos marinos.