6 mujeres afro que todos los colombianos deberíamos conocer

6 mujeres afro que todos los colombianos deberíamos conocer

Fuente: Señal Colombia

Tres mujeres afrodescendientes que hacen las veces de salvaguardias de las tradiciones que legaron sus ancestros palenqueros, y que además se encargan de replicarlas en su comunidad para fortalecer su identidad cultural étnica.

Las protagonistas, Esmeralda Aramburú y Luz Damaris Aramburú, de la Vereda de Juntas; y Benita Canga, de la Vereda de San Antonio, viven en pueblos sin puesto de salud, por lo que allí el bienestar depende de las curanderas de ojo, mal aire, espanto, parteras, sobanderos y rezanderas.


Por eso, recordamos cinco -entre tantas- mujeres afro que todo colombiano debe conocer con la misma facilidad que recuerda los nombres de los conquistadores españoles pues, a diferencia de los invasores ibéricos, las mujeres afrodescendientes hacen parte del legado histórico del país, representan parte de la diversidad étnica y cultural colombianas y lo más importante, han estado desde el principio de nuestra nación dejándolo todo con sus talentos para dejar en alto el nombre del país.
Betty Garcés

Betty Garcés es de lejos una de las cantantes de ópera más importantes del país, y su huella en la ópera internacional es innegable. Garcés Bedoya, nacida en Buenaventura, finalizó sus estudios de Música y canto en el conservatorio Antonio María Valencia en la ciudad de Cali.

Pronto viajó a Alemania con la ayuda de amigos e instituciones de Cali, con el fin de perfeccionar su técnica en la ciudad de Colonia y en 2012 obtuvo con honores el título de Máster en Artes de la Escuela superior de Música de la ciudad de Colonia, con especialización en ópera y Lied bajo la tutoría de la profesora Klesie Kelly Moog.
En Alemania ha participado en diferentes producciones de ópera, así como en diferentes galas operísticas y recitales de Lied, interpretando repertorio de Mozart, Beethoven, Verdi, Brahms, Debussy, R. Strauss, Korngold, Schönberg, Rachmaninov y R. Wagner, entre otros.
Garcés, además, fue finalista en las audiciones para el Programa de Jóvenes Artistas “Jette Parker Young Artists Program” del Royal Opera House en Londres.

Caterine Ibargüen

A pesar de que fue María Isabel Urrutia la atleta afro que trajo al país por primera vez una medalla de oro de los Juegos Olímpicos, en la modalidad de levantamiento de pesas (Sídney, 2000), sin duda un precedente fantástico para el deporte colombiano, ha sido Caterine Ibargüen la atleta que ha mostrado hacerse con preseas en competencias internacionales es algo a lo que los colombianos realmente podemos acostumbrarnos.
Ibargüen tiene un listado de galardones deportivos con el que muchos atletas nacionales e internacionales quisieran contar: medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, dos medallas de oro en campeonatos mundiales de atletismo, una de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y un título panamericano. No contenta con eso, también ha logrado seis Trofeos de diamante, tres triunfos en la Copa Continental de la IAAF (Asociación internacional de federaciones de atletismo, por sus siglas en inglés) y en los Juegos Sudamericanos. En total, esta atleta tiene en su haber cinco medallas de oro, tres de plata, y cinco de bronce.
En 2018 fue reconocida como la Atleta femenina del año por parte de la IAAF.

Mabel Torres Torres

Mabel Torres Torres es una de las ilustradas más importantes del Chocó. Esta mujer no solamente ha sido destacada por su recorrido académico sino también por sus iniciativas para ayudar a la comunidad de su región, una de las más abandonadas a su suerte. Torres se ha desempeñado como investigadora, ganadora del premio Women for Science de Loreal UNESCO 2010 y obtuvo un reconocimiento a mejor tesis universitaria de doctorado de la Cámara de Comercio de Guadalajara-México.
Después de hacer su doctorado en Ciencias Biológicas en México tardó más en regresar que en empezar el trabajo por generar un cambio social para el Pacífico, sus raíces ancestrales y su biodiversidad. En el proceso lideró así la creación de Bioinnova, el Centro Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo productivo sostenible de la Biodiversidad desde la Universidad Tecnológica del Chocó.
De allí han nacido cinco compañías, según publicó la revista Portafoliocuando ganó los premios Portafolio 2017: Sabor a Mar, que produce chorizos, hamburguesas y nuggets con atún del Pacífico en Bahía Solano; Nativo’s, empresa de refrescos, helados y yogures con frutos como asaí, guayaba agria y borojó; Arte y Joya, emprendimiento de trajes de fantasía con materiales autóctonos; Anuros, ropa con telas orgánicas y colorantes biodegradables, y Selvacéutica, artículos de aseo y cosméticos con ingredientes regionales.

Doris Hinestroza

Recientemente la Universidad del Valle lamentó la partida de una de sus más ilustres mujeres, la profesora Doris Hinestroza, considerada un genio de las matemáticas. Hinestroza fue una de las primeras colombianas que llegó a realizar un doctorado en matemáticas, y en su carrera académica se desempeñó como decana de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas; directora del Departamento de Matemáticas, directora del grupo de investigación ANOPI y directora del programa de maestría y doctorado de la Universidad del Valle.
Además, fue vicepresidenta de la Asociación Colombiana de Facultades de Ciencias y vicepresidenta de la Sociedad Colombiana de Matemáticas.

Nazly Lozano Eljure

Si tenemos presente que solamente hasta la reforma constitucional de 1954 la mujer pudo ejercer el voto en Colombia, también podemos registrar como un hecho de máxima relevancia la primera vez que una mujer afrodescendiente llegó al legislativo colombiano. Pues bien, Nazly Lozano Eljure fue la primera mujer afro en hacerse congresista, en 1962. Según la Revista Vive Afro, Eljure es una de las mujeres afrocolombianas más brillantes en los escenarios nacional e internacional en la segunda mitad del siglo XX, quien además de pasar por el legislativo fue Viceministra de Justicia en el gobierno del Presidente Belisario Betancourt (1982).
También fue encargada de negocios de la embajada de Colombia en el Reino de Noruega y en Suecia y consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer. Además, perteneció al Comité Directivo en representación de Colombia a la Comisión Interamericana de Mujeres organismo especializado de la ONU (2000), y participó con rango de Embajadora en la renegociación del Tratado de Extradición con Estados Unidos de Norteamérica.

Josefina Klinger

“Josefina entendió que Nuquí, además de necesidades, estaba lleno de oportunidades y decidió aprovecharlas. En 2006, fundó la Corporación Mano Cambiada, desde donde trabaja por el desarrollo social del Pacífico promoviendo el ecoturismo en su municipio. Su trabajo ha sido tan juicioso que el 25 de agosto de 2008 Parques Nacionales Naturales le dio en concesión el manejo del Parque Natural Utría, y en 2015 recibió el Premio a la Mujer Cafam. Admite que no estudió, pero que la lógica le funciona de maravilla, y que la selva, el silencio y la reflexión la guían para promover el desarrollo de su territorio sin perder de vista su identidad”.

“Hay una responsabilidad compartida en la forma como nos vemos y nos sentimos. El país que tenemos hoy es la consecuencia de la forma como nos hemos relacionado. Nuestra gente llegó a sitios agrestes como el Chocó para refugiarse después del periodo de esclavitud. Les dijeron: “ya no son más esclavos”, pero no les dieron apoyo, y el estigma de la esclavitud quedó en el imaginario de la gente. Todavía en Colombia hay adultos mayores que aún nos creen esclavos. Eso está ahí en el ADN de muchos colombianos. Por otro lado, en el ADN de muchos de nosotros hay dolor, rabia y otros temas sin resolver: le tenemos miedo al agua, a los ríos –porque por ahí nos trajeron– y los asociamos con la desgracia. Entonces les damos la espalda. El Chocó tiene dos costas, pero solo se les dice costeños a los del Caribe. Aún no hemos dimensionado semejante ventaja y tampoco lo ha hecho el resto del país. En Colombia parece que el agua y los recursos naturales se asociaran a la pobreza, a la limitación, a la escasez y a la condena de ser ciudadanos de tercera clase. Este país quiso parecer europeo y ha copiado el modelo haciendo réplicas mal hechas. Hay una profunda crisis de autoestima en gran parte de la población colombiana”.

 

 

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