FOTO POR: JESÚS ABAD COLORADO – CENTRO DE MEMORIA HISTÓRICA***
Fuente: Rutas del Conflicto
El 2 de mayo de 2002, guerrilleros del Bloque José María Córdoba las Farc y paramilitares del Bloque Élmer Cárdenas se enfrentaron entre las cabeceras municipales de Vigía del Fuerte y Bojayá, conocida en la zona como Bellavista. Allí, los paramilitares se escondieron detrás de la Iglesia y hacia las 11 de la mañana las Farc lanzaron contra ellos una pipeta de gas llena de metralla que cayó dentro de la parroquia, donde se refugiaban más de 300 personas. El cilindro bomba rompió el techo de la iglesia, impactó contra el altar y estalló produciendo una gran devastación: en el suelo y hasta en los muros quedó la evidencia de los cuerpos desmembrados o totalmente deshechos. El enfrentamiento había empezado el 20 de abril y duró hasta el 7 de mayo.
En la masacre murieron 98 personas: 79 como víctimas directas en la explosión de la pipeta, de las cuales 48 eran menores de edad; otras 13 murieron en los hechos precedentes y posteriores al crimen cometido en la Iglesia de Bellavista y 6 personas que estuvieron expuestas a la explosión de la pipeta y murieron de cáncer en el transcurso de los ocho años siguientes.
La comunidad se vio especialmente afectada porque la iglesia quedó destruida y los sobrevivientes no tuvieron donde realizar los ritos mortuorios que incluyen prácticas ancestrales. A raíz de la masacre, se produjo el desplazamiento forzado de prácticamente toda la población.
Según José Américo Asprilla Rivas, guerrillero que se entregó en los días siguientes a los hechos, las Farc sabían de la presencia de la población civil en la iglesia y aun así alias ‘Vicky’, comandante de los guerrilleros en Buenavista, ordenó el bombardeo con las pipetas de gas.
Las víctimas han denunciado la negligencia del Estado por haber ignorado las alertas tempranas que la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría habían hecho meses antes sobre el peligro en que se encontraba la población. Bojayá tenía una fuerte presencia guerrillera desde 1997. El Bloque José María Córdoba de las Farc cambió su nombre en 2008 al de Iván Ríos, luego de la muerte de este jefe guerrillero.
En septiembre de 2015, el Consejo de Estado dejó en firme una sentencia del Tribunal Superior del Chocó, que condenó al Estado colombiano por omisión en los hechos que provocaron la masacre. En octubre del mismo año, Jairo Alirio Puerta Peña, alias ‘Ómar’ o ‘Vecino’, guerrillero que participó en la masacre, fue capturado en San Francisco, Antioquia. ‘Ómar’ también participó en una masacre en Pueblo Bello, corregimiento de Turbo, Antioquia, en 1996.