Nuestras sesiones de cocina en vivo siempre están integradas por diferentes expresiones culturales, históricas y musicales que resaltan las tradiciones del territorio. En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de iniciar nuestra clase junto a la agrupación de la Fundación Centro de Estudio y de Investigación Sociocultural del Pacífico Colombiano – CISPAC, quienes en primer lugar oraron a los orishas y continuaron con su apuesta musical.
En seguida, Carlos Vidal, Guapireño y administrador público con especialización en gestión pública, quien en sus ratos libres se dedica a componer canciones con los ritmos tradicionales del Pacífico colombiano, nos habló sobre el contexto sociocultural de Guapi, Cauca, un municipio que queda en el litoral pacífico y anteriormente era habitado por indios guapies, hoy es un gran atractivo turístico por la Isla de Gorgona, por sus playas, sus ríos, además que son lugares que se disfrutan con el tradicional paseo de olla, para cocinar y disfrutar en familia. Adicionalmente, habló de los principales medios de transporte como el potrillo, el canalete, la canoa y el barco con motores de centro, resaltó que es un municipio que limita en el norte con Timbiquí y hoy por hoy la gran mayoría de la población que habita Guapi es afrodescendiente, teniendo como principal actividad productiva la minería, la agricultura y la pesca.
Posteriormente, la maestra Lina Banguera inició la preparación del tradicional plato: pandao de pescao, acompañado por jugo de lulo y hojas de naranjo, que a pesar de ser muy tradicional en el territorio, afirma que cada familia tiene su propia versión de esta preparación; en línea con la clase, Lina presentó los ingredientes que usaron para esta preparación, y como es costumbre en la cocina del Pacífico, nos acompañaron las infaltables hierbas de azotea, el achiote, la cebolla de rama, el plátano verde, limón para marinar el pescado, el ají dulce, ajo, hojas de plátano para envolver el pescado, el pescado corvina y arroz blanco, finalmente, los lulos con hojas de naranjo.
Mientras los participantes se sumergían en sus cocinas con esta preparación, nos acompañó Rosa Murillo, representante legal de la Fundación CISPAC, quien resaltó que la Fundación es un centro de estudio e investigación, y tiene como objetivo de la organización es conservar siempre las raíces, trabajando con niños y adolescentes que puedan recibir el legado de sus territorios, aunque no estén en ellos, debido a que esta Fundación está ubicada al sur de Bogotá y allí llegan diferentes familias del Pacífico colombiano.
Entre las piezas musicales y el plato, Lina habló sobre su experiencia en Bogotá posicionando la gastronomía del Pacífico en los diferentes lugares donde ha trabajado,. Para ella, esto ha representado su herencia y legado culinario, además resaltó una práctica cultural llamada minga, que define como la oportunidad de ayudarse unas personas a otras para terminar lo más pronto posible una actividad.
Durante esta sesión, la maestra estuvo acompañada por 34 comensales de la ciudad de Bogotá, que lograron seguir la el paso a paso con el acompañamiento cultural y musical de la Fundación CISPAC.