Foto: Luz Adriana Villa
Son mucho mucho más que imágenes ornamentales y exóticas para fotos de turistas y portadas de revistas de viajes. Son mujeres negras que llevan décadas recorriendo todo el Caribe vendiendo frutas y dulces tradicionales. Las palenqueras con su trabajo sostienen familias, pero sobre todo ellas en sí mismas son portadoras de mucho de la cultura afrocolombiana; vienen de San Basilio de Palenque, un espacio Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, sacarlas de las calles de Cartagena y de otras ciudades del Caribe no solo es injusto sino absurdo.
El país vio indignado cómo Angelina, una palanquera que llevaba más de 20 años en la Plaza de Bolivar fue desalojada, despojada de sus elementos de trabajo (mesa, punchera, frutas) y además le advirtieron que más vale que no regresara porque sería expulsada.
¿Qué harán las palenqueras ahora? Estas mujeres sostienen sus familias con su trabajo, trabajo que por cierto realizan en jornadas de más de 12 horas, muchas veces a altas temperaturas, trabajo que no tiene salud, pensión, tampoco cesantías, vacaciones ni caja de compensación y por el cual nunca se van a pensionar.
El espacio público que usan en realidad les pertenece, no solo porque llevan décadas embelleciéndolo sino porque ellas son una expresión de nuestra riqueza cultural.
Finalmente, el tema no termina en las palenqueras, miles de personas viven en todo el país vendiendo comidas tradicionales en las calles, sacarlas para ‘recuperar’ el espacio público es en realidad vaciarlo de cultura y empobrecerlo. Además de las palenqueras hay que hablar de la butifarra, el cholao, el raspao, el canelazo, los pandebonos, las arepas y los tamales en sus muchas variedades y de todas las regiones. En verdad, la riqueza gastronómica colombiana se vende en las calles. Justamente, este tema lo abordamos hace unos en días.
Las palenqueras están convocando al “plantón de las puncheras” este martes 26 de marzo a las 3:00 p.m. en La Plaza de la Aduana en Cartagena, todas irán con sus poncheras a exigir a las autoridades e instituciones que las dejen trabajar.
Sabía usted Señor Agente que el Presidente Duque, su jefe supremo, tuvo como faro de campaña una cosa que usted debe haber oído y se llama Economía Naranja y que por acciones como las cometidas por usted se ve amenazada y corre el riesgo de extensión.
Finalmente, Señor Agente, y de manera respetuosa, dígale a sus superiores que algo anda muy mal, que el ejercicio de la autoridad no puede seguir atacando a la nación colombiana y que es nuestra condición pluriétnica y multicultural lo que nos hace grandes.
Fundacion Acua