El pasado viernes, 4 de septiembre, se llevó a cabo un intercambio de conocimientos sobre la elaboración de tapabocas y cómo esta oportunidad de negocio se constituyó en medio de la pandemia, generando una fuente de ingreso y desarrollo organizacional. Esta actividad estuvo mediada entre la organización Arte y Joya de Quibdó (Colombia) y Casa de la Mujer Carmelitana de El Carmen (Perú).
Con el acompañamiento de Juan Ayarza, coordinador de las acciones de la Fundación Acua en Perú, se dispuso de este espacio para que Joanna Valoyes, líder de la Fundación Arte y Joya, expusiera el trabajo de este colectivo de artesanos y artistas que elaboran productos artesanales y de confección. Al comienzo de la pandemia, si bien ya tenían sus máquinas de confección, como lo resaltó Johana, se vieron en la necesidad de escuchar el mercado, ya que si no iniciaban algún proceso de manera inmediata que les permitiera seguir confeccionando algún producto, probablemente tendrían que cerrar la organización.
Fue así como incursionaron en la confección de tapabocas en cambre quirúrgico, según las medidas del Ministerio de Salud, para promover y fortalecer los procesos de desarrollo económicos para tener sostenibilidad tanto del grupo de trabajo como de las mujeres que hacen parte del proceso “Arte y Joya”, agrupación que ha vendido a la fecha un total de 46.580 tapabocas, han confeccionado 180 trajes de bioseguridad y 200 conjuntos entre batas, gorras y polainas; frente a esta circunstancia, el proceso de aprendizaje para las mujeres ha sido de prueba y error; ya que si bien sabían coser lo que hicieron fue reinventar la actividad que ha aportado a la sostenibilidad de familias de Quibdó.
Este proceso de aprendizaje se afianzó luego de que “Arte y Joya” en alianza con la Fundación Acua, desarrollaran una guía para la confección de tapabocas, un elemento clave ya que se tuvieron en cuenta las medidas establecidas por el Ministerio de Salud, y como lo indicó Joanna, es importante generar articulaciones con autoridades sanitarias, para dar cumplimiento a la normativa sectorial, entre las que se encuentran: la visita técnica de un profesional de salud y seguridad ocupacional y la elaboración de un protocolo de desinfección que incluya la identificación de lotes de mascarillas por cada persona fabricante.
Casa de la Mujer Carmelitana, por su parte, se encuentra en proceso de ajuste del proyecto seleccionado en la Convocatoria de Apoyo a Emprendimientos de Perú del Programa ACUA – FIDA. Dado que esta iniciativa incluye una línea de artesanías textiles, las artesanas están buscando reconvertir su actividad hacia la elaboración de mascarillas como las de Arte y Joya.
Para Joanna, fue de gran importancia resaltarles a las mujeres de la Casa de la Mujer Carmelitana, la importancia de escuchar el mercado y dar a entender que el éxito que lograron como organización fue gracias al esfuerzo que cada uno aportó.